Al PSOE le importa Euskadi hasta que deja de hacerlo
PNV y EH Bildu han empatado en número de escaños (27) en las elecciones vascas y, como cabía esperar, PSOE será la llave de gobierno para el partido de Imanol Pradales. EH Bildu obtiene un resultado histórico y con ello se deduce que Euskadi ha evolucionado mucho más que España, sin que haber resucitado en campaña el fantasma de ETA haya empañado el apoyo a las políticas sociales de la formación abertzale. A pesar de ello, el PSOE volverá a perpetuar a la derecha, sin promover el cambio de ciclo que la sociedad vasca pide en las urnas.
Al PSOE le importa Euskadi hasta que choca con la política nacional y deja de hacerlo. Los resultados de las elecciones son claros: la sociedad vasca vota mayoritariamente a la izquierda y, a pesar de ello, el PSOE volverá a llevar a la derecha a la lehendakaritza. Eneko Andueza ha conseguido subir dos escaños y tiene la oportunidad de romper los vicios derivados de tantos años de gobierno del PNV y, sin embargo, no lo hará. Prefiere apoyar a los nacionalistas conservadores a pesar de que se han caído mitos de gestión como el de la sanidad vasca, con un Osakidetza donde la privatización campa a sus anchas y la inversión está por debajo de la media del Estado. Claro, que de esto no se ha hablado tanto en campaña, porque ha vuelto a alimentarse interesadamente el fantasma de ETA.
Este es, precisamente, el motivo por el que el PSE-PSOE se resiste a leer lo que las urnas transmiten. Aunque Euskadi lleva los últimos años mostrando su apoyo creciente a EH Bildu, negando la demonización que se hace de esta formación en el resto de España, el PSOE sigue adoleciendo de una falta de coraje y mantiene su cordón sanitario. El temor al impacto que podría tener en la política nacional su apoyo al partido de Pello Otxandiano hace que prive a Euskadi de las políticas de izquierda que demanda la sociedad vasca. Dicho de otro modo, antepone los intereses partidistas nacionales al bienestar de Euskadi.
Esta sumisión a lo que dicta Madrid por encima de los intereses de la región que se aspira a gobernar es algo habitual en España -incluso cuando se gobierna- pero en el caso de Euskadi cobra especial relevancia. Un partido que se dice de izquierdas, ¿de veras lo es cuando le tiende la alfombra roja a un gobierno de derechas?
Por lo demás, las elecciones vascas vuelven a evidenciar que PP y Vox siguen siendo irrelevantes en esta Comunidad Autónoma y que Sumar no tiene en la región el tirón que desearía. Y sí, Podemos vuelve a acumular otra debacle electoral, pasando de 6 escaños a no tener representación en el Parlamento vasco. La formación morada haría bien en dejar de ver la paja en el ojo ajeno y ver en su lugar la viga en el suyo. ¿Lo hará esta vez?
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