Los jóvenes de derechas confían más en las redes sociales

 

En mitad del debate que está teniendo lugar en torno a la desinformación y cómo regular los medios de información que la generan y propagan, urge dar un paso atrás y ver el dibujo completo. Con demasiada frecuencia se pone el foco en los más jóvenes como principal diana de estos bulos, asumiendo que su mayor consumo de redes sociales les hace más proclives a ser víctimas de ellos. Tres profesores de la Universidad de Periodismo de la Universidad de Málaga (UMA) acaban de publicar en la revista divulgativa Comunicar las conclusiones de su estudio Jóvenes y Redes Sociales: Hábitos de Consumo Informativo y Credibilidad de las Noticias y los hallazgos son reveladores.

Recientemente, el último Digital News Report elaborado por Reuters Institute y Oxford University revelaba cómo no sólo está cundiendo a nivel mundial el desinterés informativo sino que, además, los medios de comunicación han dejado de ser la principal fuente que utilizan las personas para informarse. En el estudio de la UMA entre jóvenes de 15 a 24 años, el catedrático Pedro Farias-Batlle, la postdoctoral Alba Córdoba-Cabús y profesor titular Bernardo Gómez-Calderón, vienen a confirmar este fenómeno en España, indicando que su principal fuente de noticias de actualidad son las redes  sociales (67,8%), superando a la  televisión  (55,6%)  y  los  medios  de  comunicación on-line (38,5%). Muy por detrás quedarían la radio (14%), las fuentes personales (7,9%) y la prensa en papel (5,3%). Para casi el 94% de los encuestados, la inmediatez que ofrecen las redes sociales es el principal factor que motiva el progresivo abandono de los medios de comunicación al uso.

El estudio de los profesores de la UMA analiza el peso que tienen las diferentes redes sociales, destacando por encima del resto X (antiguo Twitter) como la más empleada con  fines  informativos, alcanzando un 44,3%. Le siguen Instagram (32,1%) y Facebook (19%), quedando en un segundo plano otras redes y aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp (12,3%), YouTube (12,1%), TikTok (5,7%), Telegram (5,5%) y Twitch (2,9%). Al profundizar en los distintos tramos de edad, se aprecian sustanciales diferencias, puesto que los estudiantes de ESO y Bachillerato utilizan sobre todo TikTok (75,6%) e Instagram (67,5%), mientras que el alumnado universitario opta mayoritariamente por Twitter (85%).

Es importante destacar que el contenido informativo no siempre llega a los dispositivos de los jóvenes de manera voluntaria pues se produce lo que se conoce como “exposición incidental”, es decir, que las noticias aparecen en sus pantallas mientras, por ejemplo, consultan sus cuentas personales. Estos contenidos incidentales, que se combinan en las redes con publicaciones de sus amigos, les llegan sobre todo a través de Instagram (26,5%), X (25,8%) y WhatsApp (23,2%). Por lo general y gracias al ‘poder’ de los algoritmos, este contenido incidental tiende a coincidir con la temática de sus búsquedas en internet, de manera que encabezan la lista la información sobre videojuegos (20,5%), seguida por la economía (18%) y sociedad (16,3%). A la cola se encontrarían las noticias deportivas (12,8%), médicas (9,7%), políticas (8,9%), de sucesos (8,4%) y culturales (6%).

¿Qué grado de confianza le otorgan los y las jóvenes a todo este contenido informativo que les llega por redes sociales? Pues es una escala en la que 1 es de mínima confianza y 5 de máxima, alrededor de un 44% se mantiene en el 3, mientras que un 35,1% lo considera contenido poco fiable. Por su parte, algo más del 21% sí considera que este contenido es de máxima credibilidad. Los niveles de fiabilidad son mayores cuando las informaciones proceden de familiares y páginas web especializadas, mientras que quienes generan menos confianza son los medios de comunicación generalistas y los youtubers e influencers.

Otros hallazgos interesantes del estudio son los referidos a cómo impacta el nivel formativo en la valoración de la credibilidad de las noticias. De esta manera, para quienes apenas cuentan con formación académica, el mayor factor de credibilidad de una noticia es la popularidad de quien la comparte, frente a los que cuentan con bachillerato o educación superior que se basan más en el medio de procedencia.

Asimismo, para los jóvenes que se declaran de izquierdas el medio y el o la periodista que firma la noticia influyen en la credibilidad de ésta, frente a los de derechas, más condicionados por la red social que la difunde. En este sentido, quienes orbitan más en la derecha política otorgan mucha más credibilidad a las redes sociales que los de izquierdas. En cuanto a sexos, los hombres asocian la popularidad de quien comparte la noticia a su credibilidad –y confían más que las mujeres en los youtubers- o en si procede de un amigo o familiar, mientras que las mujeres atienden principalmente al medio que publica la información para darle mayor o menor credibilidad. 

(Artículo en Público)

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