El racismo institucional llega tu mesa
Estas Navidades se ha vuelto a incendiar uno de los asentamientos chabolistas en los que malviven los temporeros migrantes. Más de 120 infraviviendas quedaron reducidas a cenizas en Lucena del Puerto (Huelva). Ni es la primera vez ni será la última, porque es pasmosa la pasividad de las Administraciones Públicas ante esta situación de clara vulneración de derechos humanos. La Junta de Andalucía saca pecho de producción agrícola y, junto a los rastrojos, quema la explotación ilegal que hay detrás de un porcentaje de esos alimentos que llegan a nuestras mesas y se exportan al extranjero.
Si realizan el ejercicio de buscar la noticia en internet comprobarán cómo en prácticamente ninguna información se hace referencia a las víctimas. Es muy significativo, porque si el incendio se hubiera producido en un bloque residencial de familias españolas este dato figuraría en el mismo subtítulo, aclarando que no había que lamentar víctimas mortales. No es el caso.
Con motivo de la DANA ya se evidenció el olvido en el que se encuentran estos temporeros migrantes y mi colega Raúl Bocanegra ha dado voz a las numerosas ONGs que llevan décadasdenunciando la situación. El último informe de la organización Andalucía Acoge no sólo denunciaba las condiciones infrahumanas en las que se ven obligadas a vivir estas personas migrantes, sino también las extorsiones a las que son sometidas, pagando hasta 10.000 euros por un trabajo y 2.000 para ser empadronados.
En este último caso, el del padrón, no habría extorsión posible si los Ayuntamientos de la zona fueran más proactivos. Su inacción les convierte en cómplices tanto como la misma Junta de Andalucía. En el reciente Debate del Estado de la Comunidad que Andalucía, el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) volvió a sacar a relucir su PlanEasen para para la erradicación de asentamientos informales e infraviviendas y la inclusión social de personas residentes en zonas agrícolas de Andalucía conformados por población inmigrante. Comienza a repetirse casi tanto como los incendios que consumen estos asentamientos.
Moreno Bonilla avanzó que este plan se aprobará en 2025 y que será pionero en toda España. Obvió decir el presidente que la formulación del Plan Easen ya fue aprobada por Consejo de Gobierno en julio de 2023… y sigue sin salir adelante. ¿Tiene motivos la oposición, por boca del coordinador de Izquierda Unida Andalucía, Toni Valero, para hablar de “racismo institucional”? Los hechos hablan por sí solos. Desde hace un año y medio, si esta cuestión hubiera sido prioritaria para Moreno Bonilla, los resortes de la Administración se habrían puesto en marcha. Otros asuntos, como los regalos fiscales a las personas más ricas o la actualización –eufemismo de subida- del sueldo del presidente se ejecutaron a un ritmo frenético.
La humanidad es ante todo lo primero a lo que interpela la situación de esta población migrante; un trato humanitario que les ha sido negado por las Administraciones. Paralelamente, es una cuestión de competencia desleal con todos aquellos productores que cumplen la ley y velan por el bienestar de sus trabajadores. A la luz de los hechos y, muy especialmente, de la ausencia de ellos, el gobierno de Moreno Bonilla no ha prestado la debida atención a ninguna de estas dos perspectivas. Tan solo parece importante que las cifras de producción y exportación de frutas y verduras crezcan año a año, sin importar el trato inhumano que en muchos casos hay por detrás.
Como recordaba estos días Valero, durante el ya finalizado 2024, "se han descubierto más de 15.000 empleos en fraude y las inspecciones laborales han sacado a la luz un incremento del 135% en las infracciones". Moreno Bonilla no habló de eso en su mensaje de fin de año y tampoco sus políticas se encaminan en esa dirección. 2025 puede ser un buen año para que la opinión pública tome conciencia de que no podemos mantener a una parte de nuestra población en los márgenes solo porque a día de hoy sus calamidades no nos alcanzan de manera directa. Ese no es el modo de construir un país próspero.
(Artículo en Público)
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