La falta de colaboración entre Administraciones frena Mi Carpeta Ciudadana
Mi Carpeta Ciudadana, puesta en marcha en 2022 por el por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y ahora bajo el paraguas del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, ya se encuentra en su novena versión. El objetivo de esta carpeta ciudadana, disponible en la página web y en aplicaciones móviles (app) para Android e iOS, es proporcionar a la ciudadanía la información agrupada de su relación con las Administraciones Públicas de forma sencilla y ágil. Ya se han adscrito el 73% de los ayuntamientos de España, a pesar de que en el furgón de cola hay Comunidades Autónomas (CCAA) como Cantabria (1,9%), Principado de Asturias (3,8%) o, sorprendentemente, Madrid (13%).
La idea tras Mi Carpeta Ciudadana, que se enmarca dentro del Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas 2021 – 2025, es redonda: acceder desde un único lugar a todos los trámites y gestiones que tenemos con la Administración Pública en todos sus niveles, pudiendo consultar la vida laboral, títulos universitarios, ITV, carné de conducir, prestación social básica actual y anual de las CCAA integradas, titulaciones marítimas, datos de discapacidad… y muchas más.
Para el primer semestre de este año, los planes pasan por incorporar la consulta y alerta de la renovación del seguro del vehículo, incluir información ampliada de matrículas y expedientes universitarios o las notificaciones electrónicas de Generalitat de Catalunya, La Rioja, Euskadi y Castilla La Mancha, entre otras funcionalidades. Para cuando acabe el año, podrían consultarse los expedientes de la Administración de Justicia y los datos de menores o personas con discapacidad a cargo, disfrutar de nuevos servicios de datos personales como todos los relacionados con el nuevo modelo de gestión de los Registros Civiles, denuncias a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado o visualizar las citas de los ámbitos regionales, tanto administrativas como sanitarias.
En esencia, se trata de acerca la Administración a la ciudadanía, poniéndoselo más fácil. Sin embargo, para que esta Carpeta Ciudadana sea lo más completa posible es necesaria la colaboración y participación de todas las Administraciones Pública, algo que no está sucediendo. Los dos principales motores económicos del país ilustran a la perfección estas diferencias: mientras el 99,16% de los ayuntamientos de Catalunya están adheridos, en el caso de Madrid la cifra ni siquiera llega al 13% (12,96%), lo que termina brindando un peor servicio a la ciudadanía.
Este es sin duda uno de los obstáculos con los que se encuentra la iniciativa en su adopción. A pesar de la potencial utilidad que tiene, queda camino por recorrer en materia de extensión de su uso, puesto que hasta diciembre de 2024 la app de Mi Carpeta Ciudadana se ha descargado más de cinco millones de veces, acumulando 48 millones de accesos, aunque tan sólo 5,3 millones de personas han utilizado este servicio en algún momento.
Mi Carpeta Ciudadana es un proceso vivo que más incorporando nuevas prestaciones en cada versión. En la última, por ejemplo, también creó el perfil de Empresas con el que permite a éstas acceder en un único sitio a la documentación sobre sus propiedades y vehículos, comprobar si están al corriente de pagos con la Agencia Tributaria, las haciendas regionales y la Seguridad Social o recibir notificaciones sobre sus expedientes.
Aunque es cierto que en el último año el número de organismos cuyas notificaciones se pueden consultar ha crecido un 22,76%, pasando de 9.556 a 11.731, lo cierto es que sigue faltando colaboración por parte de algunas Administraciones o entidades (como las universidades, por ejemplo). A este freno se suma, además, la diversificación de los esfuerzos, pues las CCAA también están poniendo en marcha sus propias Carpetas Ciudadanas. Madrid, por ejemplo, lo hizo a mediados del año pasado, incluyendo exclusivamente los trámites de su competencia, no los de los ayuntamientos de la región. La pregunta es ¿qué sentido tiene invertir en el desarrollo de otra app cuando Mi Carpeta Ciudadana puede brindar todos esos servicios si la Comunidad en cuestión se adhiere? ¿Qué interés hay en hacer que el ciudadano tenga que multiplicar el número de aplicaciones móviles cuando existe la posibilidad de acceder a todos los trámites, expedientes y consultas de manera centralizada desde una única app estatal? Uno de los intereses que hay detrás, claro está, es político.
Por otro lado, el éxito de estas carpetas ciudadanas autonómicas no siempre se da. Un ejemplo de ello es el caso de Andalucía, que el año pasado activó una campaña publicitaria para intentar incentivar su uso, dentro del Plan Andalucía Simplifica, aunque duplicar el número de aplicaciones no simplifica precisamente. A finales del año pasado, de hecho, se anunció el diseño de un perfil Empresa, siguiendo la estela de la iniciativa estatal.
La Junta afirma que en seis años de vida el número de personas que la han utilizado alguna vez ronda los 1,9 millones. En este tiempo, el gobierno autonómico ha gastado en su Carpeta Ciudadana más de 2,3 millones de euros con empresas como la UTE (Unión Temporal de Empresas) compuesta por Everis Spain y Servicios de Desarrollo Orientado a Soluciones o NTT DATA Spain. Este esfuerzo inversor sugiere despilfarro, no sólo porque podría haber evitado adhiriéndose a Mi Carpeta Ciudadana, sino porque no parece que quienes han hecho uso de ella la valoren positivamente. De hecho, en la versión para dispositivos móviles con sistema operativo Android la puntuación es de 2,8 sobre 5, mientras que en iOS es de 2,3 frente al 4 de media de Mi Carpeta Ciudadana en ambos casos. Entre los últimos comentarios de las personas usuarias pueden encontrarse algunos como “no me deja entrar ni identificarme desde la última actualización del iOS, dice que la sesión ha caducado, tanto con clave como con el código QR”, “no funciona el login ni con clave ni certificado digital, no está bien implementado con iPhone/Safari”, “no funciona nunca, introduzco DNI y la clave permanente, a continuación me envían el SMS con la clave de verificación (tres veces seguidas el mismo, no sé por qué), y tras introducirlo, te dice que hay un error” o “los botones inferiores están inútiles porque están encima los propios del terminal. Aplicación pésima con el sello de Junta de Andalucía. En su línea como siempre”.
En definitiva, es una auténtica pena que no se estén optimizando los recursos del conjunto de las Administraciones Públicas, creando sistemas paralelos que terminan canibalizándose y, lo que es peor, derivando en un servicio ciudadano menos óptimo y muchísimo más caro.
(Artículo en Público)
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